SADE Baradero – San Pedro tiene el agrado de comunicar que
el foro Alaire ha premiado el poema de Javier Dicenzo: CRIMENES DE SIRIA como
poema de la semana. El reconocimiento viene por la temática y es un premio en
el foro Español Alaire.
Crímenes de Siria
Por Javier Dicenzo
A mi Hermana Guillermina Lazzari
¡ Oh, delgada hebra que hilas, hilas fuerte esa muerte del infierno!
Cada día una lágrima sedienta surge en el horizonte.
Mendigo de mis pasos, del otro mundo, de la guerra y el olvido.
Yace mi rostro en ese vidrio, como una daga maldita.
Hoy, hoy he rezado a dios, a los dioses, y a mi olvido y ateísmo,
tendido con una soga en mi cuello y en mi pene.
Estoy triste en ese mar de Siria, en ese holocausto.
Mitades de rostros mueren cada día, un amor duerme su exilio,
yo solo en mi mar y en este poema inútil que será cada día un niño.
¿Dónde están esas manos que te acariciaban de niño?
¿Dónde el arrullo de una paloma calma o de un gorrión herido?
¿Qué somos hombres? No somos hombres, somos alimañas.
Pensamos en la luna y en el universo, en el origen de una raza,
y a veces quiero irme al infierno, a veces soy un poeta, algo que decir.
¿Si yo me duermo tú te duermes, si olvido olvidas?
Amante, te amo, niño, porque duermes inocente, sin mar…
Hoy perdido en mi retórica, en mi falsa modestia
este orgullo de ser poeta y aparentar para tener lectores,
yo Javier Dicenzo te pido perdón, perdón por estar tan lejos,
en esta nube que quiso ser paraíso y todavía ni llega a un café caliente
mientras te hundes en ese Mediterráneo….
Lejos… muy lejos el amor será favorecido mundo
A mi Hermana Guillermina Lazzari
¡ Oh, delgada hebra que hilas, hilas fuerte esa muerte del infierno!
Cada día una lágrima sedienta surge en el horizonte.
Mendigo de mis pasos, del otro mundo, de la guerra y el olvido.
Yace mi rostro en ese vidrio, como una daga maldita.
Hoy, hoy he rezado a dios, a los dioses, y a mi olvido y ateísmo,
tendido con una soga en mi cuello y en mi pene.
Estoy triste en ese mar de Siria, en ese holocausto.
Mitades de rostros mueren cada día, un amor duerme su exilio,
yo solo en mi mar y en este poema inútil que será cada día un niño.
¿Dónde están esas manos que te acariciaban de niño?
¿Dónde el arrullo de una paloma calma o de un gorrión herido?
¿Qué somos hombres? No somos hombres, somos alimañas.
Pensamos en la luna y en el universo, en el origen de una raza,
y a veces quiero irme al infierno, a veces soy un poeta, algo que decir.
¿Si yo me duermo tú te duermes, si olvido olvidas?
Amante, te amo, niño, porque duermes inocente, sin mar…
Hoy perdido en mi retórica, en mi falsa modestia
este orgullo de ser poeta y aparentar para tener lectores,
yo Javier Dicenzo te pido perdón, perdón por estar tan lejos,
en esta nube que quiso ser paraíso y todavía ni llega a un café caliente
mientras te hundes en ese Mediterráneo….
Lejos… muy lejos el amor será favorecido mundo
