miércoles, 2 de octubre de 2013

Se desarrolló con éxito la Feria del libro Baradero 2013



Reflexión por Josefa Prada.

Los libros, textos, poesías, cuentos, relatos, novelas, son cuerpos, cuerpos de palabras para explorar.

Escribir para mostrar narrando no es un cuento, hay que saber escribir, leer, escuchar, imaginar, transportarse. …obvio que la narración oral es un incentivo y es dulce recordar nuestros cuentos infantiles o acaecidos hechos adultos, dichos por buenos decidores. Es un atrapante estímulo la leyenda de la palabra, para acercarnos a los libros por aprender más.

Narrar es el acto de comunicación por el que, en simultáneo, disfrutan el narrador y  el oyente.

En cuanto a comenzar a escribir, está primero el acto mismo de escribir, más tarde, existe la posibilidad de que esa escritura vaya tornándose, transformándose por el trabajo, en literatura.

Escribir es una contradicción, a veces un sin sentido, es también un no hablar, es callar, es aullar sin ruido, para poder decir, luego de escuchar mucho. Porque un libro es lo desconocido, que crece, se alimenta de la sangre de los que lo leen, avanza hacia su propio destino y su creador, el autor ruega que el libro hable, diga, cada vez que es leído.

Para los bibliotecarios, manos guardianas de los libros el lector no es una especie de hermano mudo y pobre que acompaña al escritor en silencio y haciendo que sí con la cabeza. El lector habita, enriquece, hace que el texto acontezca.

Sin lectores no hay escritura. La historia de la literatura, la historia de la crítica, no es la historia de la escritura, sino de las lecturas, las lecturas en sus múltiples y distintos momentos.

Si se habla de la soledad del que escribe hay que ver asimismo la soledad del que lee. El que lee también está solo, imponiendo su propio estar, su ser, su ritmo, demorándose todo lo que quiera, puede volver atrás, adelantarse, abandonar, o comenzar por el final.

Así, el que escribe está con un lector que no está presente, pero es del destinatario, es para quien se escribe. Desde este punto de vista, el lector visto desde ahí, es puro futuro, una promesa, y siempre lo será.

Para el lector en cambio, el escritor es pasado, es ausencia, es el que una vez hizo ese texto.

Sólo el texto está todo el tiempo presente, presente con el escritor, presente con el lector, es ese lazo – puente de intercambio que va y que viene, que los une y los separa al mismo tiempo.

Entre el escritor y el lector se reparten las ausencias. Cada uno esconde el cuerpo cuando el otro lo pone. Lo que queda es esa corporalidad de palabras reunidas en un libro que permanece o no.

La feria es la fiesta, la reunión, el saludo, el mercado, el encuentro entre el escritor, el lector y sus protagonistas: los libros.
                                                                                          Baradero, septiembre 26 y 27.



Memoria fotográfica:

Presentes en el stand: Mabel Messina, Ulises Messina, Dora Dolcemelo, Silvia Pezzini, Vilma Di Sanso, María Celia Cabreros, José Luis Gaetano,Verónica Gussoni, Luna Gussoni.



















La Comisión organizadora de la feria entrega un reconocimiento a la SADE




Con gran éxito se desarrolló la Feria del libro Baradero 2013. El stand de la SADE Baradero-San Pedro estuvo muy concurrido. En la noche del viernes el escritor Federico Jeanmaire le dio un cierre merecido a las dos jornadas.


Federico Jeanmaire habla arropado en el stand de la SADE






fotos de Jeanmaire gentileza enbaradero.com; audio completo de la charla en el mismo sitio web.