En una hermosa y fría noche de junio,
una conmovedora Juana Azurduy emocionó durante una hora y media. El público
aplaudió de pié.
Es interesante destacar la trayectoria de
Vilma Di Sanso, en la historia del teatro de Baradero. Dirigió Eva y Victoria de Mónica Ottino, Decir sí de Griselda Gambaro, La espera trágica de Eduardo Pavlovsky.
Participó en El Partener, Jardín de otoño
y La casa de Bernarda Alba, bajo la
dirección de Marcelo Paparelli, como así también en Disparen sobre el zorro gris y La
isla desierta, dirigida por Calori; Ha llegado un inspector, Cien
veces no debo y Recordando con ira,
bajo la dirección de José María Ballester.
Hizo teatro callejero con el grupo de
Norman Briski con quien estudió en su escuela y en la escuela de Lito Cruz.